* Dr. José Céspedes Gamboa, Departamento de Desarrollo Humano Integral.
Nuestra institución se ha orientado, cada vez con más solidez, en formar niños que piensen, tengan criterio, tomen decisiones adecuadas, tengan bases científicas y aprendan a ser emprendedores.
Con organización y buen sentido común, nuestros docentes gracias a su constante actualización académica y psicoemocional, están logrando la educación de un espíritu emprendedor, es decir responsable del éxito empresarial, valorando lo que hacen y lo que tienen, fundamentan su actuar educativo en promover en sus estudiantes la curiosidad, en revelar, activar y practicar las capacidades y competencias (no necesariamente competitivas) del emprendimiento, de manera agradable, animosos en el estudio a la par que se va teniendo ideas y luego consciencia de su labor en el mundo de la empresa rentable.
Nuestros docentes gracias a su constante actualización académica y psicoemocional, están logrando la educación de un espíritu emprendedor en nuestros niños, es decir responsable del éxito empresarial.
Consecuentemente, formar niños emprendedores significa desarrollar y seguir pasos, experiencias y perfilar una visión emprendedora en la vida, allí se ponen en acción, según el grado de estudios: su equipo de trabajo, la imaginación, la creatividad, la curiosidad, el entusiasmo, su disposición a descubrir algo nuevo o valorarlo. Implica establecer un plan, fijar metas claras, organizar, prever, sistematizar, visualizar y consolidar sus valores o principios, lograr orden y disciplina, configurar una mente ganadora; saber superar las dificultades, comprender y aplicar el valor del servicio y el cuidado interno: su equipo de trabajo y externo: los clientes; la tolerancia, el respeto, la solidaridad, el sentido de justicia.
Hay un esfuerzo organizado, planificado a nivel docente para lograr el aprendizaje de la cultura financiera, a saber, invertir, a ahorrar, a compartir, a conocer aspectos del marketing, promover habilidades comunicativas, saber que tienen que lograr su propia realización personal, saber manejar herramientas de gestión y liderazgo.
Esta formación del espíritu emprendedor, contribuye también a lograr niños con mayor autonomía, independencia y libertad, que tomen de iniciativas y decisiones, a conseguir colaboradores, trabajo en conjunto de manera flexible y equilibrada, conseguir tambien niños alegres, con satisfacción personal, saber esforzarse por conseguir algo propio. Expresaba Colin P. Sisson: “Lo que imaginamos vívidamente, lo que deseamos ardientemente, lo que llevamos a la práctica con entusiasmo, tiene que hacerse realidad inevitablemente”, de ello estamos plenamente convencidos tanto la dirección, equipo docente y psicológico de nuestra querida institución Carlos Baca Flor.
En esta tarea es importante contar con la comprensión, el apoyo, el ejemplo de los padres de familia en tareas como: valorar lo que tienen en casa, alentar la curiosidad, la creatividad, a promover y cuidar la progresiva autonomía de sus hijos (como padres evitar caer en los extremos: sobreprotección o ser rígidos o limitantes); orientarles en el ahorro y el manejo de los presupuestos. Siempre comunicándose con los docentes para que no exista contradicciones o malos entendidos.
Expresaba Colin P. Sisson: “Lo que imaginamos vívidamente, lo que deseamos ardientemente, lo que llevamos a la práctica con entusiasmo, tiene que hacerse realidad inevitablemente”
En nuestra institución se ha conseguido un ambiente de aprendizaje positivo para que: sepan expresar sus emociones, saber reconocerlas y manejarlas, saber escuchar, saber interactuar, que organicen sus ideas y pensamientos (todo ello en forma progresiva).
Entre las tareas que tienen éxito en nuestra escuela están: manualidades diversas, alcancías recicladas, talleres de minichef, boletines informativos para vender, entre otros.
Consecuentemente, con la constancia y programación pertinente vamos avanzando en la formación de niños emprendedores que mañana serán empresarios exitosos y positivos.
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